
A modo de ejemplo, estos son algunos de los principales motivos por lo que es necesario valorar desde el punto de vista financiero una sociedad.
Ejemplos.
Herencias y sucesiones.
Apoyar la negociación de líneas de crédito y garantías.
Determinar el valor para repartir la masa hereditaria de forma justa.
Divorcios.
Calcular el valor de las participaciones en la liquidación del régimen económico matrimonial.
Separación o salida de socios.
Ver el importe a pagar por la compra de las acciones en caso de salida de un socio.
Entrada de inversores.
Negociar rondas de financiación con una base de valor sólida.
Venta total o parcial de la empresa.
Estimar un rango razonable para fijar precio y condiciones.
Fusiones y adquisiciones.
Valorar sinergias y definir canjes de participaciones.
Planificación fiscal.
Sustentar valoraciones en operaciones vinculadas y reestructuraciones.
Financiación bancaria.
Comprobación de la salud financiera Medir la creación de valor y orientar decisiones estratégicas.
Ampliaciones de capital y recompras de acciones.
Fijar precios de emisión o recompra con criterio.